Escribir un buen manuscrito conlleva mucho tiempo de nuestro día a día.
Para empezar, cuando me surge una idea lo primero que hago es documentarme, construir el mapa de la historia y después dejarla reposar y dar tiempo para encontrar matices que la hagan única y original.
Además, si no tenemos suficiente organización, podemos dilatar el proceso de escritura y perder la motivación al no ver ningún resultado. Para que no nos pase esto, debemos dedicarle tiempo al esquema de nuestra novela hasta esclarecer todos los puntos vitales de nuestro argumento y poner en práctica los tips que nos ayuden a crear una rutina.
Por otro lado, la falta de motivación es en muchas ocasiones la consecuencia de centrarnos únicamente en acabar el manuscrito. Por eso, ponernos metas a corto plazo que podamos alcanzar, por ejemplo fijar un objetivo diario, táchalo cuando lo consigas y disfruta de la recompensa que te hayas establecido. De esta manera estarás mucho más motivado😉
Bloqueo
Otras de las dificultades a las que nos enfrentamos los escritores es el bloqueo creativo. Este puede asaltarnos en cualquier punto de la trama, sin importar el momento en el que nos encontremos.
Generalmente el bloqueo es la consecuencia de una falta de información, motivación o una falta de inspiración.
Si tu bloqueo se debe a la falta de información (te has quedado bloqueado en un capítulo o relato porque no sabes cómo continuar), haz un ejercicio de autocrítica, ¿qué está fallando?, ¿Cómo puedo salir de la situación?
Puede que tengas que revisar tu esquema inicial o deshacer algún nudo que te haya conducido a ese punto argumental. Eso me ocurrió cuando empecé mi ópera prima Sueños de un joven escritor.
Si tu bloqueo se debe a la falta de inspiración o motivación , existen multitud de consejos y ejercicios para desbloquearte. Si el estrés o los nervios están influyendo en tu creatividad, puedes dar un paseo por algún lugar inspirador o leer mucho para que fluya tu mente.
